El potencial enorme de las pequeñas cosas

Después de meses de letargo, vamos recuperando poco a poco aquellas rutinas que todos compartimos y que son tan valiosas que no tienen precio.

Por Roberto Ramírez Laverde, SVP, Mercadotecnia y Comunicación, Mastercard América Latina y el Caribe.

La pandemia nos demostró la enorme dimensión de los pequeños momentos cotidianos en nuestras vidas. En estos meses que pasamos, lo normal se vuelve extraordinario; lo próximo, lejano, y lo que dábamos por sentado, esencial. Ahora que empezamos despacio a funcionar otra vez, tenemos que hacer algo con todo lo que aprendimos: en Mastercard lanzamos la campaña Lo Esencial para transformar en verdaderas experiencias las cosas cotidianas de todos los días y así poner en valor lo que de verdad importa.

Aunque los comercios físicos están empezando a abrir otra vez sus puertas con protocolos seguros, muchos de los consumidores planean seguir haciendo sus compras a través de plataformas electrónicas. Las soluciones que ofrecemos en Mastercard fueron diseñadas pensando exclusivamente en ellos y en su seguridad, en el sentido más amplio de la palabra, porque queremos preservar su bienestar físico mediante transacciones sin contacto y pagos remotos, pero cuidar también su identidad virtual.

Hemos apoyado la recuperación de los pequeños comercios, desde el inicio de la pandemia, con iniciativas relevantes como destinar un fondo de $250 millones de dólares a lo largo de cinco años para habilitarlos con nuevas tecnologías de pago y a través de nuestra iniciativa Aliados Digitales que busca integrarlos en el ecosistema digital para mantenerse relevantes. Es increíble ver que 46%1 de los latinoamericanos expresan el deseo de ayudar a los pequeños comercios aún más de lo que lo hacían antes de que empezara la pandemia. Nos importa conectarlos con las plataformas tecnológicas que les permitan operar en línea para prosperar en la nueva realidad. Pero también con sus clientes, los de siempre y los nuevos, porque en estos meses todos hemos aprendido el valor que tienen las relaciones humanas, y el cuidado que merecen. En el estudio que hicimos recientemente encontramos que, en cuestión de pagos, lo esencial para los consumidores es la seguridad (59%)1 y casi la mitad (46%)1 afirmaron que continuarán usando los pagos sin contacto aún después de la pandemia.

En estos meses todos aprendimos que la conexión no tiene precio. Aunque conexión ya tampoco es lo que era: ahora es mucho más que un tecnicismo porque contiene la idea de solidaridad y de unión. En esta fase de reconstrucción, nos importa estar junto a compradores y vendedores respaldando sus operaciones. Pero nos importa, sobre todo, honrar la idea de recuperar lo que esencial y es mejor si lo hacemos entre todos.

Puede que la transición sea lenta, pero la ilusión es urgente. Empecemos juntos a rescatar lo que tenemos más cerca, que al final de cuentas fue lo que más extrañamos.

_{1. Estudio Lo Esencial en América Latina.}