Las Bahamas ofrece pagos “a prueba de catástrofes” con su primera moneda digital
Por: John A Rolle, Gobernador del Banco Central de las Bahamas
En septiembre de 2019, el huracán Dorian se detuvo en el norte de las Bahamas. La tormenta avanzó lentamente inundando las islas Abaco, matando a decenas de personas y causando $3,000 millones de dólares en daños. Los bancos y las empresas cerraron y el turismo, fuente de empleo de miles de personas, se evaporó. Y justo cuando la economía empezaba a recuperarse, llegó la pandemia.
Fue un golpe como ningún otro. Y para John Rolle, gobernador del Banco Central de las Bahamas, la situación requería una respuesta como ninguna otra.
Al igual que un número creciente de países de todo el mundo, las Bahamas ha estudiado la posibilidad de emitir su propia moneda digital, una versión equivalente al papel moneda pero disponible solamente en forma virtual. Con islas dispersas a lo largo de 8,000 kilómetros cuadrados del océano Atlántico, algunas de las cuales dependen en gran medida del dinero en efectivo, el país podría ofrecer la moneda digital como una alternativa para que los ciudadanos guarden, ahorren y gasten su dinero de manera segura usando sus teléfonos. Incluso podrían acceder a ayuda del gobierno casi instantáneamente o recibir indemnizaciones de las compañías de seguros tras una catástrofe como la de Dorian.
Cuando los bancos y los cajeros automáticos resultan dañados físicamente por las catástrofes naturales, el sistema de ayuda disponible suele ser de lo más básico, lo que priva a la gente de la “dignidad de elegir”, afirmó Rolle en una entrevista telefónica esta semana. Dado que el restablecimiento de la cobertura de la telefonía móvil lleva mucho menos tiempo que la reconstrucción de un banco, una moneda digital emitida por el banco central (central bank-issued digital currency - CBDC) podría proporcionar la ayuda necesaria a los ciudadanos mucho más rápido.
A los pocos meses del huracán Dorian, las Bahamas puso a prueba su propia moneda digital llamada Dólar de Arena en las cadenas de islas de Exuma y Abacos. En octubre, este se convirtió en el primer país del mundo en ofrecer una CBDC a nivel nacional. “Queremos acelerar la facilidad con la que podemos planificar la recuperación”, dijo Rolle.
Para facilitar a los bahameños el gasto de sus dólares digitales, la plataforma de pago digital autorizada Island Pay anunció el miércoles su asociación con Mastercard para emitir la primera tarjeta prepago vinculada a una CBDC, que ofrece a los residentes la opción de convertir instantáneamente sus dólares de arena en dólares bahameños para gastarlos en cualquier lugar donde se acepte Mastercard en las islas y en todo el mundo.
A medida que la tecnología y la conectividad han permitido el aumento de las billeteras móviles y los pagos digitales, muchos otros países han estado explorando CBDCs. Es una forma de llevar los servicios financieros a las personas que no tienen cuentas bancarias y de reducir la dependencia del dinero en efectivo, el cual es caro de producir y distribuir y ha caído en desgracia durante la pandemia. Las CBDCs pueden modernizar los pagos y aportar a sus economías una liquidación instantánea, además de otras ventajas y eficiencias, como los pagos programables.
“Nosotros proporcionamos la infraestructura central, pero todos los que están vinculados a ella aceleran las oportunidades”
Un estudio realizado en 2020 por el Banco de Pagos Internacionales reveló que el 40% de los bancos centrales encuestados había pasado de la fase de investigación a la de concepto y diseño. China, que lleva desarrollando un yuan digital desde 2014, será una prueba mayor, pero las Bahamas fue el primer país en lanzar su moneda digital a nivel nacional.
La clave para el Banco Central, según Rolle, era asegurarse de que el Dólar de Arena funcionara en tantos lugares como fuera posible desde el principio, para que fuera un éxito: darle a la gente acceso a los dólares digitales no funciona si no hay un lugar donde gastarlos. “Nosotros proporcionamos la infraestructura central, pero todos los que están vinculados a ella aceleran las oportunidades”, señaló.
Mientras que algunos críticos de las CBDCs se preocupan por la posible alteración del sistema bancario existente, Rolle cree que es una oportunidad para que los bancos se replanteen la forma de conectar con sus clientes. “No voy a coger los ahorros de toda mi vida y ponerlos en mi billetera móvil”, dice. “Quiero la ventaja de saber que mis ahorros están en un lugar donde puedo tener acceso a ellos y verlos. Habrá seguridad por la confianza y la comodidad que proporcionan los bancos”.
El despliegue del Dólar de Arena ha sido lento intencionalmente, emitiendo una cantidad limitada de dinero para las billeteras digitales de los ciudadanos a través de un pequeño número de empresas autorizadas, para que así los reguladores y proveedores de pagos puedan entender mejor la logística y responder a los desafíos.
“Estamos pensando en formas de hacer que estos nuevos productos sean interoperables con una serie de servicios que la gente espera habitualmente. Esperamos ver más ejemplos de este tipo de asociaciones” dijo Rolle sobre el nuevo servicio Island Pay.
Aunque la pandemia ha ralentizado el alcance a la gente y las empresas, Rolle señaló que quiere redoblar los esfuerzos antes del comienzo de la próxima temporada de huracanes. No ha habido resistencia alguna a las monedas digitales, pero hay que trabajar más para ayudar a la gente y a las empresas a entender los beneficios de los pagos digitales “para que se animen a usarlas”, finalizó.