INNOVACIÓN

Un modelo para el avance digital y la confianza en un mundo post-COVID

1 de diciembre de 2020 | Por AJAY BHALLA

La pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba a las naciones de diversas maneras, entre ellas dejando al descubierto la brecha digital entre muchos países.

Las naciones con capacidades sólidas — como un acceso generalizado a Internet — han podido adaptarse con mayor facilidad a medida que las compras, las escuelas y el trabajo se han trasladado a la red. Los países con recursos digitales menos desarrollados han tenido dificultades.

A medida que el virus avanzaba por todo el mundo, dimos un salto de cinco años en sólo ocho semanas en el tema de la adopción digital. Una base de confianza infundida en las economías más sólidas — como la confianza de los consumidores en que sus pedidos en línea llegarían a tiempo, y la confianza de los comerciantes en que sus proveedores les ayudarían a reabastecer sus estantes — fue fundamental para que esta transición repentina tuviera éxito.

Mastercard se asoció con The Fletcher School en Tufts University para analizar estas tendencias como parte del más reciente Índice de Inteligencia Artificial. Este estudio se basa en 12 años de datos y evaluaciones de 90 economías, que abarcan el 95% de la población mundial en línea, para identificar cuáles están mejor preparadas para el futuro digital y cuáles necesitan trabajar más en ello.

A partir de esta información, hemos presentado propuestas para cada categoría de estas economías con el fin de garantizar que puedan ayudar a sus ciudadanos a beneficiarse de la próxima ola de nuevas tecnologías impulsadas por el 5G, la IA y la robótica.

A medida que la innovación digital se expande, las personas y los países se han vuelto más ricos, más desarrollados y más resilientes a crisis financieras como la pandemia. Pero los beneficios aún no han llegado a todos y tampoco hay garantías de que los logros alcanzados en algunos lugares perduren. El Índice de Inteligencia Digital es crucial para enfocar los recursos de los gobiernos y las empresas en el fomento de economías digitales sólidas, transparentes e inclusivas en todo el mundo.

Estos conocimientos pueden ayudar a los gobiernos a tomar mejores decisiones sobre cómo fomentar el desarrollo digital y garantizar que sus ciudadanos adopten recursos digitales que beneficien a todas las partes de la sociedad. Dar prioridad a la privacidad, la seguridad y la responsabilidad debería ayudar a crear confianza en todos los niveles de estas economías, desde los gobiernos hasta los propietarios de las tiendas y los consumidores.

Mastercard está poniendo de su parte para ayudar a construir esta confianza garantizando que los consumidores sigan siendo el foco principal de nuestro trabajo a medida que creamos servicios para hacer sus vidas más convenientes, sus interacciones más fluidas y sus transacciones más seguras en cada etapa. Para ello invertimos en biometría, tecnología sin contacto, seguridad cibernética e identidad digital y así protegemos la confianza en cada interacción.

En el estudio identificamos cuatro categorías de evolución digital:

  • Economías destacadas. Son digitalmente avanzadas y muestran un fuerte impulso hacia más innovaciones digitales. Tienen economías dinámicas y altos niveles de talento disponible. Entre ellas se encuentran Singapur, Estados Unidos, China, Alemania, Estonia, Taiwán y Corea del Sur.
  • Economías estancadas. Son digitalmente avanzadas a pesar de la ralentización del impulso. Suelen compensar una innovación más rápida con la expansión de la inclusión digital. Estas economías presentan algunas de las tasas más altas del mundo de personas que utilizan teléfonos inteligentes, banca por Internet y comercio electrónico. En este grupo se encuentran economías europeas como Suecia, los Países Bajos y Dinamarca, además de Canadá.
  • Economías de ruptura. Están evolucionando rápidamente, a pesar de que su avance digital es más limitado. Estas economías, entre las que se encuentran Uruguay, Chile, Rusia, Polonia y Bulgaria, pueden ofrecer un potencial de crecimiento atractivo para los inversionistas.
  • Economías a observar. Tienen una serie de carencias en materia de infraestructura que han dificultado su respuesta a la pandemia. Entre ellas se encuentran Nigeria, Uganda, Colombia, Perú, Pakistán y Sri Lanka.

Entonces, ¿qué pueden hacer estas economías para aumentar su puntuación en el Índice de Inteligencia Digital y ampliar las oportunidades para sus poblaciones?

Las economías a observar, aunque son las que más dificultades tienen, se benefician de una generación joven que está adoptando con entusiasmo los pagos digitales y las redes sociales. Estas economías deberían aprovechar ese entusiasmo para encontrar formas de promover la inclusión digital por encima de las diferencias de género, clase y geografía. Las economías de ruptura deberían centrarse en un objetivo similar.

Las economías destacadas deberían trabajar en la mejora de la calidad del acceso a Internet — como servicios de Internet más rápidos y asequibles —, ya que las conexiones en línea ya están ampliamente disponibles. Por su parte, las economías estancadas pueden protegerse contra la ralentización del impulso trabajando en nuevas especializaciones tecnológicas y fomentando economías favorables a la innovación.

Aunque debemos esperar y prepararnos para futuras alteraciones en las economías del mundo, hoy disponemos de muchas de las herramientas necesarias para afrontar estos retos y forjar un futuro más inclusivo y próspero. Podemos llevar a cabo todo esto si nos centramos en las necesidades de cada tipo de economía y apoyamos una base de confianza en todas ellas.